A estas alturas, casi todos conocemos las múltiples aplicaciones civiles de estas aeronaves no tripuladas, pero en determinadas situaciones críticas, pueden desempeñar un papel providencial y de vital importancia.
Dadas sus características técnicas, tamaño y capacidad de maniobra, nos permiten llegar a puntos inaccesibles y aportarnos valiosa información para evaluar los riesgos de una catástrofe o cualquier otra situación de emergencia.
La transmisión de imágenes al piloto en tiempo real, pudiendo ser éstas por medio de una cámara térmica que detecta los más mínimos cambios de temperatura, facilitan la localización de accidentados, personas perdidas en zonas boscosas y supervivientes en zonas de catástrofe. En casos de terremotos, inundaciones, incendios, etc., nos proporcionan una visión general que agiliza y optimiza la intervención de los medios materiales y humanos disminuyendo el riesgo de estos últimos. En todos estos casos y a requerimiento de las autoridades, el operador de RPAS, está exento del cumplimiento de las restricciones legales, quedando la operación bajo su exclusiva responsabilidad.